Ser niño, ser niña encierra un significado esencial: la vida misma. Es la esperanza en su plenitud. El dulce sabor de cada imaginación, de cada sueño que se persigue para su logro.
Si viéramos el mundo a través de sus ojos, veríamos el mundo con nuevas oportunidades para aprender.
El 20 de noviembre es un día de celebración. Es el Día Universal del Niño, es un día dedicado a todos los niños y las niñas del mundo.
Es un día de reflexión, por los avances conseguidos, pero sobre todo para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.
Y más aún en estos tiempos de pandemia que nos interpela como ciudadanos del gran planeta Tierra valorizando a los pequeños grandes héroes de esta situación global.
Para el logro de un pensamiento mancomunado sobre la práctica de los Derechos de los Niños y de las niñas se requiere, entre otros aspectos:
- Hospedar a los niños y a las niñas con amorosidad y empatía.
- Desaprender lo aprendido para dar apertura a nuevas convicciones y filosofías.
- Practicar la comprensión y la escucha activa.
- Ser portadores de mensajes de esperanzas para acompañar los sueños más hermosos de cada niño.
- Cocrear una nueva humanidad para un nuevo mundo.
Para lograrlo bastan gestos y palabras de cordialidad, gestos y palabras del corazón, mimos al alma que nutren el crecimiento de todos los niños.
No hay niños difíciles, lo difícil es ser niño en un mundo de gente cansada, ocupada, sin paciencia y con prisa.
Si viéramos el mundo a través de los ojos de un niño, veríamos el mundo con nuevas oportunidades para aprender.
La Casa de la Pax Cultura Nodo Sunchales te invita a descubrir y resignificar tu preciado sentimiento hacia los niños para compartir unos con otros acciones proactivas atento a lo establecido por Convención sobre los Derechos del Niño, un 20 de noviembre de 1989.