El 15 de abril de 1935 se firmaba en el Salón Oval de la Casa Blanca Washington, Estados Unidos, el Tratado “Por la protección de las Instituciones Artísticas y Científicas y los Monumentos Históricos (Pacto Roerich)”.
Este Pacto tenía como propósito la preservación del Patrimonio Cultural de los pueblos del mundo tanto en tiempos de guerra como de paz, fue firmado por los 21 países de la Unión Panamericana: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Estados Unidos de América, Uruguay, Venezuela. Quedó abierto y ofrecido para que lo firmen todos los países del mundo, muchos de los cuales lo hicieron, e incluso fue utilizado como base para la confección del Tratado de La Haya de 1956.
Los bienes que conformaban ese Patrimonio Cultural –edificios, monumentos, instituciones educativas, etc.- debían ser identificados en el exterior con un símbolo: la Bandera de la Paz. La misma iba a tener una misión similar a la Cruz Roja, sólo que en este caso sería para preservar la Cultura de los pueblos, sus expresiones más preciadas. El espacio donde se viera flamear esa Bandera debía ser respetado tanto en la guerra como en la paz.
Nicholas Roerich nació en San Petersburgo en 1874 y falleció en India en 1947. Antropólogo, biólogo, escritor, pintor, abogado, pero por sobre todo “tendedor de puentes” entre los pueblos del mundo. Estuvo en Estados Unidos y viajó por Europa y Asia conociendo diversas culturas tendiendo puentes entre ellas, conectando lo que tenían en común. Él decía: “conoce a tu vecino”. La ignorancia es la causa de la intolerancia.
Propuso el símbolo de la Bandera de la Paz: Tres esferas color magenta dentro de un círculo del mismo color. Él encontró este emblema en muchas culturas, el mismo ha acompañado a la humanidad a través de su historia, aparece grabado en piedras en Mongolia, en Jayuya- Puerto Rico, en vasijas, pinturas, iglesias, ropas, templos de diferentes religiones.
Este símbolo se relaciona con lo mejor de cada cultura, llamado “el que disuelve la oscuridad” por algunos, “Chintamani” por otros, asociado a la trinidad en algunas religiones, y en conexión con la felicidad y con la luz en diversas culturas.
El próximo 15 de abril de 2025 se van a cumplir 90 años de la firma de este Pacto que fue un llamado a la unidad de los pueblos, transmitido a todo el mundo por la cadena internacional de radiodifusión.
90 años cumple la adopción de la Bandera de la Paz, uno de cuyos significados es “Ciencia, Arte y Espiritualidad trabajando de manera conjunta construyen Cultura de Paz”.
Celebremos nuestras buenas acciones como Humanidad y llevemos este Tratado a la práctica a través de la Buena Voluntad. Que él nos inspire a retomar la unidad de los pueblos construyendo cultura de paz.