Ahora mismo, en este momento, en el marco de una Pedagogía de la Esperanza, dar y recibir afectos, comprensión y solidaridad es tejer textos con hilos que nos permiten construir un mundo mejor, emancipador y más humano. Entramar verbos y acciones colectivas, sumar esfuerzos y voluntades nos conducirá a compartir ideas superadoras para aquellas situaciones que nos atañen vinculándonos aún más.
Empaparnos de disponibilidad y de quehaceres holísticos enriquecerá nuestro ser, este ser persona para conformar una gran unión sustentable en la búsqueda de un horizonte.
El imperativo “hacer juntos” visibilizará la cultura del consenso, la “cultura de la paz”. Cada uno de nosotros puede hacer la diferencia… Escuchar el llamado de la Humanidad como un todo donde cada uno pueda concretar su parte como pionero de las generaciones futuras, con aciertos y con errores, pero con convicciones claras, con motivaciones intrínsecas y sociales para volver ciudadano al mundo.
Trabajar como arquitectos del mañana creando y entrelazando relaciones en sus distintas dimensiones con nosotros mismos, con los demás y con el ambiente como ecologistas del género humano habilitará la construcción de espacios pacíficos, conjugar valores comunes, conocimientos, actitudes y estrategias empoderando una civilización de Paz que permitirá cristalizar proyectos democráticos y participativos, despertar como meta el “CAMBIO DESEADO” en un Universo dinámico en permanente transformación sin olvidar que según M. Gandhi…
“El fin está en los medios, como el árbol en la semilla”
Liliana Gianassi
Nodo Sunchales Casa de la Pax Cultura